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Fue delante de muchos de los hermanos que en ese momento se encontraban en la iglesia de Sant'Andrea della Valle.
Allí, la embajadora de España ante la Santa Sede, la exministra Isabel Celaá, la que se dirigía a la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno como ejemplo de la «austeridad castellana».
El mensaje no fue bien recibido por parte de los papones presentes en Roma, entre los que se encontraba el portavoz de Unión del Pueblo Leonés en el Ayuntamiento de León, Eduardo López Sendino.
Instantes después no dudó en trasladar el enfado, «desde el debido respeto que merece» una representante del Estado, a la Embajada de España en el Vaticano.
A través de un correo electrónico se manifestó su «indignación» como leonés por lo que calificaba como «insulto» de la embajadora a todos los allí presentes.
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«Debería saber, antes de hablar, que los leoneses no somos castellanos», explicaba sobre la birregionalidad de la comunidad. «La cofradía es leonesa, no castellana», sentenciaba.
Reiterando que este tipo de referencias a la esencia castellana de una cofradía leonesa son «un insulto» por parte de quien les representa en la Santa Sede, le emplazaba a «no volver a repetirlo» y reclamaba «una disculpa» al pueblo leonés.
El concejal, que también es hermano de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, participó en la puja del paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno por las calles de Roma.
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