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Es uno de los últimos vestigios de la arquitectura industrial del siglo XIX. El edificio Araú situado en la avenida Párroco Pablo Díez, en Trobajo del Camino, fue y es un símbolo de la tradición chacinera leonesa y de la historia fabril de la provincia.
Nació como fábrica de embutidos en 1845 de la mano de un visionario: Adriano Alcorta.
Pero, ¿qué tiene que ver Alcorta con Araú y de dónde viene este nombre?
Esta semana te contamos la historia del Edificio Araú.
«Araú, fundamentalmente, es un sueño», recalca Luis Artigue, trabajador del Ayuntamiento de San Andrés, quién desde 1998 es el propietario del edificio tras la cesión de los herederos de la familia para uso público.
Considerado Bien de Interés Cultural y catalogado como Patrimonio Histórico del Camino de Santiago, la fachada del Edificio Araú «es uno de los vestigios que quedan de la arquitectura industrial del siglo XIX, pero fundamentalmente es un sueño», afirma Artigue, «el sueño de Adriano Alcorta, un emprendedor leonés al que se le ocurrió la idea de que toda población tiene que tener un santo y seña», añade, por el que ser reconocido de puertas para afuera.
Alcorta confiaba en las posibilidades que tenía León para darse a conocer a nivel nacional e internacional a través de dos productos punteros en aquella época y con mucho potencial: el embutido y el chocolate.
«Se le ocurrió que en León lo más exportable podían ser los embutidos y el chocolate, y construyó en este edificio de Araú una fábrica de embutidos y un almacén de chocolates desde donde los fabricó, los vendió y los exportó», explica Luis Artigue.
Una idea que caló de tal manera, que más de 100 años después, la provincia de León sigue siendo conocida a nivel mundial por estos dos productos.
La materialización del sueño de Adriano Alcorta continúa a principios del siglo XX a través de su sobrino Eusebio Araú quién se pone al frente de la fábrica dando, además, un nuevo impulso a la industria con un la construcción de un matadero y un laboratorio para el análisis logrando así exportar el embutido al continente americano en latas de manteca para su mejor conservación.
Tras su muerte en 1935 será su mujer, Sira Sampredro, la que se ponga a los mandos. Actualmente, Embutidos Araú sigue siendo una de las piezas fundamentales de la economía de la provincia gracias a la visionaria idea de su fundador, Eusebio Alcorta y sus sucesores.
Actualmente, el Edificio Araú se encuentra cerrado a la espera de que alguien le de una salida: «El Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo y la concejalía de Cultura están haciendo un gran esfuerzo por el edificio y están intentando coaligarse con alguna institución para que pronto, en esta legislatura, pueda ser abierto», afirma Artigue.
Un edificio que, desde su cierre en 1992 y su posterior cesión al consistorio del alfoz en 1998, no se ha encontrado exento de polémicas. Varios proyectos se han puesto sobre la mesa para poder rehabilitar este emblemático símbolo como foco cultural y social para el municipio pero ninguno ha conseguido llegar a buen puerto.
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Antonio Paniagua y Sara I. Belled
Abel Verano
Fernando Morales y Álex Sánchez
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