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Crispación en la localidad malagueña de Colmenar por la segunda agresión grave en apenas un mes. Un vecino de 51 años quedó inconsciente tras recibir una paliza por parte de dos jóvenes a los que, al parecer, llamó la atención en un bar. «Tengo cuatro costillas machacadas por defender a unas menores», reconoce con resignación la víctima, que pide preservar el anonimato.
Todo comenzó la madrugada del 31 de mayo, sobre la una. El hombre se estaba tomando algo con un amigo cuando vio que los dos jóvenes -a la postre, los agresores- se acercaban a unas chicas que estaban en el establecimiento. Él las reconoció: eran dos adolescentes del pueblo que «como mucho» tendrían 15 años.
Asegura que le pareció que las estaban molestando y temió, por la diferencia de edad, que les pudiera suceder algo. «Sólo les pedí que las dejaran tranquilas. Ellos me respondieron que me metiera en mis asuntos», manifiesta la víctima a SUR, que se gana la vida como camarero en un hotel, donde lleva años trabajando, y que está de baja por la agresión, que encima le ha pillado en pleno arranque de temporada alta.
Al parecer, y siempre según su versión de los hechos, salió a la calle y los dos jóvenes lo siguieron. Supuestamente, uno de ellos le propinó una fuerte patada por la espalda que le hizo caer al suelo. Ahí, afirma, continuaron dándole golpes y patadas hasta dejarlo inconsciente, como reflejan los vídeos grabados por testigos, que se viralizaron en redes sociales y provocaron la indignación de los vecinos. En uno de ellos se les escucha amenazar con pisarle en la cabeza, incluso hacer ademán de ello, cuando la víctima yace inerte en la calle.
El hombre fue trasladado al Hospital Regional, donde ingresó en urgencias y le realizaron distintas pruebas radiológicas para descartar lesiones internas de gravedad. Los médicos apreciaron fracturas en cuatro costillas y lo dejaron ingresado 48 horas hasta valorar su evolución. Tras ello, recibió el alta médica.
El pueblo reaccionó con indignación ante esta nueva agresión. La Guardia Civil logró identificar y detener a uno de los presuntos autores de la paliza, un joven veinteañero de origen magrebí. Su coche amaneció con la luna trasera rota. Ya está en libertad tras un breve paso por el calabozo.
La agresión ocurrió un mes después de un gravísimo altercado que dejó cuatro heridos, tres de ellos de arma blanca, entre los que se encontraban un guardia civil fuera de servicio y su mujer, que intentaron mediar en una batalla campal que se estaba produciendo en las inmediaciones de un bar.
El suceso se produjo la madrugada del 2 de mayo en la misma puerta del cuartel de la Benemérita en el municipio, aunque todo comenzó mucho antes, cuando dos amigos de origen colombiano salieron de farra por los bares de Colmenar. Según las fuentes consultadas, los dos hombres, que residen en la localidad y que han sido detenidos por estos hechos, estuvieron en un restaurante donde parece ser que consumieron gran cantidad de alcohol.
De ese primer establecimiento se marcharon a otro bar donde continuaron bebiendo. De acuerdo al relato de las fuentes, habrían comenzado a molestar a las mujeres que se encontraban en el local, que estaba lleno esa noche. Al parecer, cogieron una botella de whisky y empezaron a echarle sin permiso a las copas que ellas consumían.
Un familiar de una de las mujeres les reprochó su actitud y, ante esta situación, los responsables del establecimiento decidieron expulsar a los dos hombres, que salieron enfadados y se quedaron merodeando por la zona. Un cliente observó cómo uno de ellos se echaba la mano a la espalda, como si fuese a sacar algún arma.
Ante el cariz que empezaba a tomar el asunto, otro cliente salió del establecimiento y, al parecer, le dio un empujón a uno de ellos para alejarlos del bar y les pidió que se marcharan de allí. Lejos de interpretarlo así, los ahora detenidos presuntamente empezaron a lanzar objetos, como sillas o incluso una maceta, además de esgrimir un cúter contra las personas que intentaban mediar y que cesaran de su actitud.
En la trifulca, un vecino recibió un golpe en la cabeza con un macetero, lo que obligó a evacuarlo en ambulancia al Hospital Regional de Málaga con un traumatismo craneal y una brecha que requirió varios puntos de sutura. Afortunadamente, no sufrió lesiones internas.
Otro de los heridos fue un guardia civil que estaba fuera de servicio y que se encontraba disfrutando de la velada junto a su mujer. Ambos intentaron mediar. Según las fuentes consultadas, el agente sufrió un corte superficial en el cuello, mientras que su pareja recibió una patada en el pecho y un corte en la mano que le afectó a tres dedos.
Por último, otro vecino sufrió una herida de arma blanca algo más profunda, aunque su estado no revistió gravedad. En total, hubo al menos cuatro heridos de consideración, lo que obligó a movilizar las patrullas de Guardia Civil de los municipios más cercanos, que arrestaron esa misma noche a los agresores.
Según hosteleros del pueblo, no era la primera vez que estos dos hombres de origen colombiano protagonizaban altercados en los bares, de ahí el hartazgo de los clientes y de los vecinos ante este nuevo episodio.
Pese a ello, en una junta local de seguridad celebrada el 2 de junio entre el subdelegado del Gobierno, Javier Salas, y el alcalde del municipio, José Martín Garcia, con representantes de las Fuerzas de Seguridad, se puso de manifiesto el bajo índice de criminalidad en Colmenar, como destacó el propio Ayuntamiento en su página de Facebook.
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