Los ocho pueblos de León donde mejor se come según National Geographic

La provincia de León vuelve a colarse en una artículo de la prestigiosa revista de viajes National Geographic. En esta ocasión, el protagonismo recae en lo que el periodista califica como un «tesoro»: su gastronomía. De este modo, se fija en ocho pueblos donde asegura que se come muy bien con productos que van desde la tradición hasta la innovación y de los clásicos como el cocido maragato -que nunca puede faltar en este tipo de artículos- hasta los más rompedores.

Prácticamente todas las comarcas leonesas tienen cabida en este artículo, en el que el colaborador de la revista entremezcla sus impresiones sobre la gastronomía del lugar con pinceladas de su entorno y lugares que bien merece la pena visitar.

Estas son las localidades que destaca National Geographic. ¿Echas en falta alguna? ¿Con cuál te quedas?

El primer pueblo que destaca no es un pueblo, sino una ciudad. La bimilenaria es la primera localidad de la Maragatería que se cuela en esta lista, y la revista decide hacer como con el cocido: empezar por el final, porque destaca de la ciudad astorgana sus «famosas mantecadas» así como sus chocolates, recordando que es una de las capitales de este manjar en España y que conserva «chocolaterías de larga raigambre como La Cepedana o Flor y Nata» así como su museo del chocolate.

Otro clásico maragato de fama nacional. Pocas personas que visiten la provincia dejan pasar la oportunidad de disfrutar de un buen cocido, y qué mejor lugar para ello que este pueblo «casi de cuento» que al periodista le recuerda al «encantado pueblecito de La Bella y La Bestia, solo que aquí la belleza se cuece durante horas en pucheros de leyenda para triunfar con el cocido maragato».

Y de la Maragatería, a la montaña leonesa para hacer parada en Boñar y disfrutar de sus nicanores, un dulce que describe el artículo como un «sencillo hojaldre en forma de margarita que no ha dejado de cosechar triunfos». Además, el periodista se atreve a recomendar un postre «singular» como es la tarta de truchas.

Si Picos de Europa destaca por algo además de por su belleza es por sus quesos. En la vertiente leonesa, no se puede recomendar otro que no sea el queso Valdeón, que la revista define como un producto «azul, intenso, salino y mantecoso» que pide maridar con un vino tinto con acidez.

El periodista sigue con la ficción para definir los pueblos de León, y a Valdevimbre le otorga el honor de formar parte ni más ni menos que de un relato de Tolkien. En sus cuevas descubre así auténticos tesoros donde el vino es el protagonista.

La comarca berciana es, sin lugar a dudas, una de las joyas del noroeste peninsular. Cientos son sus pueblos y miles las opciones para disfrutar de su gastronomía y sus vinos. En este caso, el periodista destaca Corullón y sus viñedos, Cacabelos y su botillo y Valtuille de Abajo, donde se ecuentran «algunas de las bodegas más reputadas de la DO Bierzo». Tampoco hay que perderse la visita al Palacio de Canedo de Prada a Tope.

Por su circuito de velodidad, por su carnaval y, por supuesto, por su alubia, La Bañeza debía aparecer en esta publicación. Con las legumbres por bandera, la revista pone en valor las distintas variedades de la propia alubia o el garbanzo.

El último plato que propone National Geographic es de caarne, de la mejor carne, que se encuentra en Jiménez de Jamuz con la bodega El Capricho de José Gordón, quien «ha levantado un templo mudial de la carne» en una finca donde cría «algunos de los mejores bueyes de Europa».

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