La dulce resaca del ascenso de la Cultural en León

Si busca la definición de uno de los anglicismo de moda, el 'win-win', se puede encontrar en la celebración por el ascenso de la Cultural en León un buen ejemplo. Una fiesta completa, una celebración ejemplar y una resaca muy dulce.

Comenzando por el capítulo de los incidentes, apenas hubo que lamentar alguno aislado, como en el conato de pelea en la 'fanzone' de la plaza de toros. Desde el 112 afirman que la «noche fue muy tranquila en León». A pesar de lo habitual en las noches de sábado confirman que no han registrado llamadas y todo ha discurrido con mucha normalidad.

Falta de avisos que puede coincidir con una mayor presencia policial en las calles que pudo detectar con mayor presteza la posibilidad de altercados y frenarlos, y acudir a incidentes de manera inmediata, como en un accidente de tráfico que se producía de madrugada en el barrio de Santa Ana ocasionado, según comentan testigos del suceso, por un conductor con una tasa de alcoholemia por encima de la permitida.

El servicio de emergencias recuerda que en este tipo de eventos se organizan operativos especiales y no suelen producirse grandes problemas. Una labor coordinada por la subdelegación del Gobierno en León y en la que han trabajado Policía Nacional, Local y Guardia Civil, que conforman este despliegue excepcional reforzado con unidades de Valladolid, y que contaba con la colaboración de la seguridad privada del club, Protección Civil, bomberos y servicios sanitarios.

Salvo algunas pequeñas incidencias, el resto de la noche se desarrollo con normalidad y la fiesta, que se trasladó rápidamente del estadio Reino de León a la plaza de Guzmán el Bueno, y de allí al centro de la ciudad, discurrió sin percances reseñables.

A primera hora de la mañana no había rezagados que permanecieran celebrando el ascenso y su lugar en las calles lo han tomado los servicios de limpieza que no se han encontrado una especial acumulación de restos y suciedad respecto a otras noches de sábado.

El aspecto de los alrededores del estadio apenas muestras algunos vasos y botellas despistadas en algunos rincones, y unas cuantas octavillas de publicidad que descansan en el suelo del aparcamiento.

Lo mismo se puede decir de la fuente de la plaza de Guzmán el Bueno, otra vez vallada, y con pocos restos de la fiesta de una noche tan larga como esperada por el equipo y la afición.

En el centro de la ciudad, lugares tan emblemáticos como la plaza del Grano, la de San Martín o la Mayor, lucen con total normalidad y lo más destacable era que vecinos y turistas han disfrutado de una soleada mañana de domingo con un desayuno en las terrazas de los locales de la zona.

Las labores de limpieza, habituales de una jornada dominical, se completan sin mayor complicación y, como en la plaza de San Marcelo, se observan las vallas que perimetrarán el acceso de la comitiva festiva al edificio del ayuntamiento.

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